A veces tenemos la tentación de pensar que todo lo necesario para nuestra vida, la manera de relacionarnos o resolver problemas, se ha inventado en el último siglo, incluso en las últimas décadas, y nada más lejos de la realidad.

Por ejemplo, en el ámbito de la salud, la Cultura Griega Clásica hizo grandes avances en lo que sería la manera de realizar no sólo los cuidados, sino la gestión completa de la atención.

Asclepio (Esculapio para los romanos) fue el dios de la medicina y la curación, representado casi siempre con una serpiente enrollada en un bastón (extraño compañero de trabajo) y con plantas como piñas, laureles, etc. Se le atribuía el don de la curación, en gran medida por su conocimiento de las plantas, muy especialmente las plantas medicinales.

Fue venerado en todo el Mediterráneo y especialmente en Epidauro, donde siguen existiendo vestigios de su doctrina y puesta en práctica.

Asclepio era hijo de Apolo, uno de los dioses más importantes que en forma de cisne blanco engatusó a su madre, Coronis, la cual en ausencia de Apolo y al cuidado de una hurraca, tuvo otro amante, Isquis, un mortal. Apolo asesinó a Coronis y se quedó con Asclepio, y es que la violencia contra el género femenino ni se ha inventado ahora, ni es exclusiva de los humanos.

Como maestro en las artes saludables y en otras tuvo a Quirón, reputado profesor de la época, centauro de mejor carácter que los demás de su especie y que tuvo algunos otros discípulos como Aquiles, famosos por sus tendones, por su cólera y su tendencia a meterse en peleas, sobre todo cuando viajaba a Troya (un lugar famoso por su reina, sus playas, sus murallas y su veneración a los caballos de madera)

Nuestro héroe mitológico de la medicina, Asclepio, alcanzó gran habilidad en su desempeño, llegando incluso a reanimar a los muertos, lo que no fue muy bien visto por el titular del inframundo Hades, que presentó una queja a Zeus, el jefe de todo, que lo fulminó con un rayo, pasando a mejor vida, la de un dios: ¡con todos los privilegios que conlleva!.

Mientras se mantuvo en activo, se encargó de consolidar su posición, rodeándose de personas de su confianza, a la sazón familiares directos suyos que ocuparon puestos der enrome relevancia en su organigrama institucional.

Así, Epione, su esposa, se relaciona con el alivio del dolor y, al parecer, con escasos efectos secundarios.

Tuvo infinidad de hijos, como Panacea, su hija que cura todos los males;  Higia, símbolo de la prevención; Telesforo, símbolo de la recuperación o convalecencia; Macaón y Podalirio, protectores de médicos y cirujanos y otros hijos más como Yaso, Aceso, Egle, Aglaya, Meditrina, toda una estirpe.

Muchos de estos nombres se han empleado para bautizar estructuras anatómicas o conceptos relacionados con la salud, como higiene, panacea, tendón Aquileo, y no solo eso, los neologismos emplean términos de raíz griega o latina para designar conceptos nuevos basados en términos clásicos relacionados.

Sin duda Asclepio generó no solo una doctrina y una corriente de pensamiento y actuación, también engendró una cohorte de administradores-gestores responsables de las diferentes áreas de atención.

Recuerda mucho este relato a las descripciones de las cúpulas empresariales, relatos de familias del hampa o series de época, con espadas y dragones incluidos.

Se dice que Hipócrates de Cos, personaje histórico y padre de nuestra medicina descendía de esta estirpe, de casta le viene al galgo, y de hecho el tradicional Juramento hipocrático que los médicos venimos realizando siguiendo la tradición incluye en sus primeras palabras una referencia a esta importante saga que, bromas aparte y analizado con el filtro de la historia y la comprensión a la mitología, han sentado las bases del abordaje de los problemas de salud que hoy en día seguimos empleando con un éxito razonable.

Estas bases serían: la comprensión del problema mediante la escucha al paciente, la evaluación mediante exploración y análisis de muestras de fluidos o tejidos, y la visión intima del problema mediante técnicas de imagen, el consejo, el estilo de vida, la manipulación de las zonas del cuerpo afectadas, el uso de derivados naturales o elaborados para contener o erradicar el mal, etc., herramientas que sigue conformando la base de nuestra medicina moderna.

Publicado por Dr. Alfonso Vidal

Director de las Unidades del Dolor del Hospital LA LUZ (Madrid) y del Hospital SUR (Alcorcón, Madrid). Grupo QUIRÓNSALUD Profesor de Dolor en la Univ. Complutense Madrileña

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