La música es una de las Bellas Artes, etimológicamente, es el arte de las “musas”, esos maravillosos y sobrenaturales seres, llenos de virtudes y buenas intenciones; inspiradoras de poetas, dramaturgos, escritores, pintores y, cómo no, compositores de todo tipo. Para las musas, que falta hacen en la ciencia, quiza habría que lanzar una campaña internacional a fin de promocionar que algunas inspiraran a cientificos con la misma enegia y pasion que hacen con los artistas.

La música, esa industria sutil y maravillosa, es antigua como la humanidad y la más universal de las lenguas. Personas de muy diversos paises y culturas se alegran, se emocionan y se extremecen con las melodías de cualesquiera autores y nacionalidades. Ni es necesaria educacion, ni tampoco parentesco cultural, para entender la música.

¿A qué se debe esta sintonía universal? ¿Es la música el lenguaje de los Dioses y nosostros apenas tenemos el recuerdo ancestral de alguna caverna donde aquellos titanes y gigantes elaboraron los mimbres de esta forma de comunicación?
Elucubraciones aparte, la música, como sucesión de sonidos agrupados de forma armónica con ritmo, constituyendo una melodia, se originaría en los albores de la inteligencia humana, comenzando quizá como sucesión de golpes en troncos o soplidos en huesos, cañas o caracolas. Su repetición azarosa o intencionada generaría una secuencia conocida y que se haría progresivamente compleja y tambien propia.

La música ha acompañado a las manifestaciones y rituales humanos desde que tenemos memoria y ha sido el testimonio de civilización y poder. Tambores y trompas han sido acompañantes y armas de guerra que han derribado murallas y han derrotado ejercitos en la antigüedad y han amansado fieras y encantado serpientes.
Sin embargo, la razón de hablar de esta expresión cultural es su vinculación a la salud y la posibilidad de emplearla como un agente terapéutico. Realmente, ¿la música puede curar o aliviar enfermedades y cómo?
La música facilita las relaciones humanas, contribuyendo a la adaptación del individuo a su medio, es un estímulo que enriquece el proceso sensorial, cognitivo (pensamiento, lenguaje, aprendizaje y memoria) y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio.

Los diferentes tipos de música pueden facilitar y potenciar diferentes estados de ánimo, que influyen en el desenvolvimiento de los seres humanos y el desarrollo de sus capacidades, acelerándolas o ralentizándolas probablemente por la sincronización de los ritmos espontáneos de descarga de muchas neuronas del sistema nervioso.. De todos son sabidos los estudios sobre productividad realizados en cadenas de montaje, acelerando el ritmo de forma inconsciente, siguiendo la pauta de la música de fondo.

Multitud de estudios han demostrado el beneficio en la recuperación de pacientes en postoperatorios en unidades con musica de fondo. Les ayuda y mejora la actitud de los terapeutas, en suma, un beneficio general con un coste mínimo. La música, como la iluminación de un espacio de convivencia y relación, influye como una energía terapéutica, lo que ha animado múltiples iniciativas de músicos profesionales a dar pequeños recitales en espacios de salud.

La música además ha sido en momentos delicados recientes de nuestras vidas, el banderín de enganche y el escape, la banda sonora de nuestra sociedad frente a la enfermedad, el “resistiré” o “la tendresse” han sido armas teapéuticas de primer orden.


Por último, la música anima a la actividad y eso lo tenemos bien sabido en todos los espacios sociales de ejercico físico que utilizan la música como motor extremo para el movimiento.

La música es un lenguaje universal, un motor de comunicación y de actividad neuropsicológica y física y no tiene grandes contraindicaciones ni efectos secundarios. Bien merecen estos datos…una reflexión.
¡Maravilloso Post!
No tiene contraindicacione, ni efectos secundarios «aparentemente». Y luego aclaro el entrecomillado.
Beneficios ciertamente muchos. Yo he visto en una oportunidad unas vacas que le ponían a Mozart y ellas felices daban muchas más leche, en los animales también tiene su efecto beneficioso. Y lo de aparentemente no tiene efectos secundarios pues, yo he vivido la música desde niña de todo tipo y actualmente algunas no quiero escuchar por los efectos de nostalgia que me causan y dan un sentimiento doloroso.
Luego en la actualidad vas a los comercios y encuentras un tipo de música tan atorrante que te desesperas por irte de lo que produce y de ahí mi entrecomillado.
Un Saludo Dr.
Y gracias por hacer este magnífico Post.
Evamanzanaroja
Me gustaLe gusta a 1 persona