La armonía es el equilibrio en las proporciones de las partes que constituyen un todo, que lanza un resultado con connotaciones de belleza.

La armonía se emplea habitualmente en la música y, en general, en las manifestaciones artísticas para explicar la relación entre las notas y sus acordes, su desarrollo y construcción.
Un conjunto armónico presupone belleza y esfuerzo, salvo casualidades, como las descritas en el cuentecillo del burro y la flauta.

Los conservatorios son los palacios de la armonía. Son un entorno donde las notas fluyen como el agua de los manantiales, con una naturalidad que hace parecer sencillo lo extremadamente complejo y que parece susurrar aun sin la presencia de músico alguno.

En un espacio tan emblemático y mágico como éste hemos tenido el privilegio de ser los pioneros de una nueva experiencia en la comunicación de la salud: los Encuentros MED+.

¿En qué consisten?

Son reuniones de comunicación e intercambio entre profesionales y público en un formato definido por el tiempo, 18 minutos, el entorno, la elocuencia del ponente y algunas imágenes como soporte y el calor del público presente. Pero para todos aquellos que no tuvieron la oportunidad de poder asistir, han de saber que los contenidos de esta cita se han grabado y producido para su redifusión y emisión a nivel global.

Los encuentros han sido sumamente interesantes, ya que profesionales de una trayectoria profesional excelente se han prestado a compartir su experiencia, no solo profesional sino sobre todo humana, de muy diferentes aspectos de la salud.

Desde la salud y educación infantil entregada a las pantallas de móviles y tabletas que pretenden remedar a los padres, los problemas del cáncer, la vitamina D y la medicina de proximidad de los médicos rurales a las dificultades en la gestión de nuestro sistema de salud, el liderazgo o la obsesión por la salud y su repercusión social y económica.

En mi caso tuve la oportunidad de hablar del “dolor del mundo”, de la manera que el sufrimiento nos selecciona a algunos para cuidar a los demás y cómo esa “com-pasión” nos lleva primero a interesarnos por la medicina y después a comprometernos en la atención a los demás.

Todos los sanitarios tenemos algo de románticos, de idealistas, una cierta vocación de servicio. Trabajar con personas siempre requiere un esfuerzo añadido de comprensión y empatía que, de momento, las máquinas no demandan, y eso genera una selección natural hacia aquellos que entienden que nuestra profesión va más allá de las competencias técnicas, y precisa muchas otras competencias transversales.

El dolor sin duda es un problema de primera magnitud, afecta en nuestro entorno alrededor del 20% de la población de manera crónica especialmente en la franja de población de mayores de 60 años, un espectro que no para de crecer por el envejecimiento progresivo de la población.

El dolor necesita una atención específica, recursos sanitarios, profesionales, tratamientos médicos e intervencionistas, pero sobre todo necesita un gran esfuerzo de concienciación ciudadana. El paciente debe asumir la responsabilidad de sus cuidados y adoptar hábitos saludables de alimentación, descanso, postura, esfuerzo, evitar el sedentarismo y practicar ejercicio físico de forma habitual.

Sin este compromiso todas las medidas van abocadas al fracaso y aun con ellos es muy complicado obtener un éxito completo. Podemos curar a algunos, aliviar a muchos y consolarlos a todos, pero no debemos conformarnos con eso.

La conjunción de la ciencia y el arte, de la comunicación oral en el marco de la forma más elocuente de comunicación que es la música, da a esta reunión un cariz especial por lo novedoso del formato y por el escenario, inundado de musas de las bellas artes.

La medicina es más que una ciencia o un procedimiento técnico: es una disciplina de y para humanos y no podemos renegar de ese humanismo. Nosotros, los profesionales concienciados, tenemos la oportunidad de forjar esa relación de confianza con nuestros pacientes

Esta vieja MEDICINA HUMANÍSTICA de la cercanía física y humana es también la nueva MEDICINA EXPLICATIVA del futuro, basada en las personas, pero también en las nuevas tecnologías.

Publicado por Dr. Alfonso Vidal

Director de las Unidades del Dolor del Hospital LA LUZ (Madrid) y del Hospital SUR (Alcorcón, Madrid). Grupo QUIRÓNSALUD Profesor de Dolor en la Univ. Complutense Madrileña

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