La cultura japonesa, ancestral, milenaria, basada en el tesón, la introspección, el respeto al medio ambiente, en los valores de lo humano sobre lo material, también en el último siglo aprendió a utilizar su experiencia y adaptarla a las demandas de los nuevos tiempos convirtiéndose, por derecho propio, en una de las primeras potencias mundiales.

Son muchas las cualidades de la cultura japonesa, y algunas sirven para ayudarnos a afrontar cualquier tipo de reto, especialmente aquellos que necesitan tiempo para conseguirse.  Las que comentaremos en este post fueron desarrolladas por la compañía Toyota para implementar su actividad y resultados.

Al contemplar este método para alcanzar objetivos, hablamos tanto de metas individuales como colectivas, retos particulares o profesionales, en el campo del ocio, de la salud o de los negocios, estrategias extrapolables, como aquellas enseñanzas que pueden obtenerse en juegos de estrategia e inteligencia como el ajedrez.

Estas estrategias se han compendiado en 5 aspectos que, en la escritura con alfabetización latina, se denominan las 5S y que grandes compañías del mundo de los negocios han adoptado como enseña de éxito.

Estas son: SEIRI, SEITON, SEISO, SEIKETSU Y SHITSUKE.

Clasificación – Seiri

Consiste en despejar de nuestra área de trabajo o de nuestro objetivo todo lo que no es necesario para su realización: esto es aplicable a una mesa de trabajo, a la recepción de un hospital o un quirófano. Todo lo innecesario para una actividad u objetivo genera distracción y sobrecostes que a la larga perjudican la actividad.

A esto se debe añadir la ordenación de los materiales según criterios de eficiencia, por ejemplo, la fecha de caducidad de equipos o medicamentos con vida definida. También ayuda a priorizar objetivos, expedientes o historiales que necesiten atención prioritaria.

Organización – Seiton

Después de eliminar lo innecesario debemos colocar lo necesario de una forma correcta. Lo que usamos regularme más a mano que lo que usamos de forma esporádica. Si precisamos equipos de imagen deben situarse de manera que no estorben la accesibilidad. Los guantes de nuestra talla sobre los de otras tallas. Los medicamentos de uso diario localizados y etiquetados, y los de rescate en otra ubicación. Es decir, aplicar el criterio de sensatez y orden para ahorrar en tiempo y esfuerzo a la hora de emplear, y marcarlos o etiquetarlos para facilitar la organización y funcionamiento.

Limpieza – Seiso

El orden del que hablan los otros conceptos se debe acompañar de limpieza. La limpieza significa evitar elementos de falta de higiene, como polvo o suciedad, pero también las faltas de mantenimiento, corrosión, deterioros en el material, pérdida de transparencia, movimiento o fijación. En entornos laborales encontramos interruptores, teclados, pantallas, ruedas, mandos a distancia, soportes, marcadores… deteriorados por falta de mantenimiento. En menor lugar falta de limpieza.

Estandarizar – Seiketsu

En nuestras actividades encontramos que muchos procesos y situaciones son semejantes. Aprender cómo realizarlos de forma semejante permite igualmente ahorrar energía y esfuerzos, distinguir los procesos y detectar las anomalías. Con esto se obtiene no sólo eficiencia en el alcance de objetivos, sino que permite mejorar la motivación y el compromiso de profesionales, como por ejemplo de pacientes en el seguimiento de los consejos terapéuticos y en el estilo de vida.

Las cadenas de montaje de la Ford revolucionaron la industria, sistematizando y simplificando los procesos. La sistematización de los cuidados y de las atenciones acerca la atención a más personas y permite detectar pacientes o situaciones que necesitan un esfuerzo distinto mediante los procesos de filtro o cribado.

Mejoría continua – Shitsuke

Si se realizan de forma sistemática estos consejos y se mantienen en el tiempo, el resultado es una mejoría continua. De un lado ser sistemáticos, meticulosos, ordenados, limpios, facilita la actividad y la detección de errores, lo que hace más eficaz y mejor la actividad. Obviamente esto tiene unos límites que son razonables, lo que tiene que ver con las constantes físicas y la condición humana.

Por mucho que nos esforcemos, los días sólo tienen 24h y nuestra vida es también limitada, pero eso no quiere decir que no intentemos acercarnos a la virtud. Mantener esta disciplina de una forma rigurosa y constante permite que las 5S puedan ser uno de los primeros pasos del cambio hacia la mejora continua profesional y/o personal.

¿Cómo extrapolar estos consejos al ámbito de la salud?

Como profesionales es sencillo, nuestro ámbito de trabajo, nuestra forma de trabajar, podemos organizarla, adecuarla a nuestro objetivo y también a nuestras necesidades, lo que entronca en gran medida con la ergonomía de la que hemos ya hablado en este blog.

Ahora, también la racionalización y planificación de las actividades, la atención a pacientes o la resolución de problemas: si precisamos vacunar a una población debemos conocer la patología, el tipo de vacuna y ordenar pacientes y vacunas de forma que la reciban primero los que más la necesitan y se empleen primero aquellas dosis más próximas a la caducidad.

Si, como pacientes, pensamos en cómo puede ser útil esta sistemática, podemos hablar del estilo de vida. Conocer nuestras necesidades y limitaciones permite despejar de hábitos o costumbres innecesarias o perjudiciales, ordenando nuestra actividad según nuestra prioridad.

Así trabajo, ocio, alimentación, descanso o medicación se pueden racionalizar y sistematizar, evitando el desgaste de un uso inadecuado o de un abuso de agentes diagnósticos o terapéuticos superfluos. Depósitos de medicamentos o tratamientos reiterados se repiten en muchos pacientes en los que no hay esta sistemática, incluso con algunos caducados.

Por último, una vez seleccionado el camino, el seguimiento riguroso, la disciplina en su cumplimiento, nos va a ayudar a preservar la salud y a recuperarla en caso de daño sobrevenido por desgaste o por accidente. La salud se puede y se debe cuidar con método y no esperar del azar: “la suerte es de los que la buscan y la salud de los que la cuidan”.

Publicado por Dr. Alfonso Vidal

Director de las Unidades del Dolor del Hospital LA LUZ (Madrid) y del Hospital SUR (Alcorcón, Madrid). Grupo QUIRÓNSALUD Profesor de Dolor en la Univ. Complutense Madrileña

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