La cruda realidad la tragedia, desgraciadamente se impone y revuelve nuestros corazones sin anestesia.

Cuando observamos con impotencia y estupor las guerras lejanas que asolan a nuestro mundo, la naturaleza da un golpe sobre la mesa y nos exige que hablemos de ella, que reconozcamos su importancia y que aceptemos resignadamente que nos da jaque mate cuando quiere.

Expresar negro sobre blanco, el estupor, la congoja, la angustia, la tristeza de todas las personas afectadas por las lluvias torrenciales es un esfuerzo ímprobo, pero nuestra obligación ética es acordarnos hoy más que nunca de todos aquellos que padecen dolor, el dolor relacionado con las lesiones y también el dolor relacionado con las emociones.

Desde aquí en mi nombre y en el de todo mi equipo, quiero enviar un abrazo caluroso y fraterno a todas las personas que de un modo u otro se han visto afectadas y en particular a aquellas que han perdido a sus seres queridos.

Nada puede reemplazar la pérdida de una vida.

Como decía un buen amigo, el negro es el color más fuerte, porque es capaz de comérselos a todos y desgraciadamente hoy confirmamos esa afirmación.

En estos momentos solo podemos escribir negro sobre negro, porque desgraciadamente la tragedia se ha impuesto.

Sólo el mínimo destello al final del túnel, que representa la solidaridad y el trabajo de los abnegados profesionales, de los vecinos y de todas las personas de bien que se han volcado en esta tragedia.

Publicado por Dr. Alfonso Vidal

Director de las Unidades del Dolor del Hospital LA LUZ (Madrid) y del Hospital SUR (Alcorcón, Madrid). Grupo QUIRÓNSALUD Profesor de Dolor en la Univ. Complutense Madrileña

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